sábado, 30 de noviembre de 2013

A flor de piel…


                                               A flor de piel…

Con las yemas de los dedos… acariciaba el borde de la mesa, poco a poco iba sintiendo ese aire fresco que traía la mañana con fragancias de distintas maneras que mezcladas entre ellas  hacían la habitación muy agradable.
Durante la noche estuve agitada, inquieta, con sueños dulces y diferentes.
Soñé con uno de nuestros primeros encuentros… (una comida de trabajo) donde apenas nos rozamos, pero varias veces nuestras piernas tropezaron… ninguno de los dos dijimos nada, así estuvimos un largo rato entre miradas y gestos insinuantes… nos sentíamos atraídos.
Sus palabras añadidas a su sonrisa escondían algo y sus ojos se clavaban en mí, tenia la sensación de que me exploraba cada parte de mi cuerpo y que aun estando vestida conseguiría ver mi ropa interior, como si sus ojos fueran un láser que todo lo penetraba.
Y empecé a tener sensaciones, alargue las manos sobre la mesa y las aprisiono  con las suyas, sus dedos hacían círculos en la palma de mis manos, mis ojos se clavaron en el, mi lengua enmudeció, note que tenia mariposas en el estomago.
Necesito ir a refrescarme… le dije!! Separándome un poco de el que esbozo una  sonrisa complacida.
Y como era de esperar muy caballerosamente se levanto a retirar mi silla aprovechando para que sus dedos rozaran mi piel… yo me levante con cautela  mientras sentía el calor de su boca, su aliento cerca de mi nuca… y al llegar a su  altura sus labios se posar en mis hombros semidesnudos…

A flor de piel se quedo su beso.
Como pude llegue al aseo… mis piernas temblaban, las  manos acicalaban mi vestido, estaba nerviosa y creo que no lo pude disimular… no se si la sensación era de nerviosa o de placer, pero note la excitación.
Ya en el aseo me apoye sobre el lavabo mientras mis piernas se cruzaron… rozando mis muslos entre ellos, note el fuego que desprendía mi ropa interior… y levantando mi vestido un poco introduje una de mis manos acercando mis dedos hasta mis braguitas… sin pensarlo me dije… porque no masajear mi coño ¡!!! Lo necesito.
Acaricie por encima mi pelvis, mientras mis muslos se juntaban más y más… separe un poco las braguitas, lo necesario para que alguno de mis dedos se aproximara hasta mi clítoris… ufff..... estaba excitada y humedecida… mi coño se había abierto como el capullo de una rosa y mientras mis dedos acariciaban cada rincón de mi clítoris, así una y otra vez, una y otra vez hasta que mis tetas empezaron a endurecerse.
Apretaba mi pelvis contra el lavabo para poder frotarme más… ese era un buen momento para correrse y aliviar un poco mi ansia de placer… pero le dije que solo tardaría un momento… coloque mis tetas dentro del sujetador, baje mi falda hasta su sitio… y cuando iba a lavar mis manos, mire mis dedos y sin pensarlo los metí en mi boca… los chupe como una posesa para no desperdiciar nada… pinte mis labios, me arregle el pelo, me perfume un poco… y me dispuse a volver con el…
Todo bien… ¿? Pregunto!!
Todo es su sitio… Respondí.
Desperté… y mi coño estaba húmedo… muy húmedo.


                                 A flor de piel sentí tus dedos…
Nuestros encuentros fueron espaciados… pero volvimos a coincidir un fin de semana en un congreso… el encuentro fue fortuito… pero fue ese filing que nos unió la primera vez el que hizo que nos volviéramos a tropezar, esta vez nos buscamos entre los demás hasta conseguir sentarnos juntos para la cena…
Me ofreciste una copa y no me pude negar, fue ese contacto tan sutil casi desapercibido de tus dedos hacia los míos que en cada movimiento intentaban rozarme…
Umm susurre, a sido casual que nos sentaros juntos ¿? Me pregunte.
A la vez que pensaba que las casualidades no existen, que solo buscamos la ocasión para conseguir lo que deseamos o nos gusta.
La cena era amena y chisposa, y poco a poco tú te aproximabas más a mí, sin que nadie se diera cuenta (eso pensábamos nosotros)… tu brazo rodeo mi silla y alargando tus dedos hasta conseguir acariciar mi espalda… mi pronunciado escote te permitía llegar hasta casi mis glúteos, un dedo tras otro fueron rastreando mi espalda llegando a introducirse entre mi pelo… bajando por mi nuca de nuevo hasta llegar a mi cintura… sentí como mis pezones se ponían en guardia, erectos ¡!!
Mis piernas esta vez no se juntaron… mis piernas se fueron abriendo hasta rozar las tuyas… sin dudarlo un segundo te acercabas rozando tu pierna contra la mía,   tu brazo abandono mi espalda colocándose sobre una de mis piernas… esta vez tus manos fueron subiendo poco a poco mi vestido hasta que mi suave piel  quedo a tu alcance… apretabas mis muslos, como comprobando su dureza.
Abrí mis piernas un poco más,  era como una necesidad que pudieras juguetear entre el interior de mis piernas, yo te ofrecía mi sexo para que te deleitaras en el.
Mientras el resto de compañer@s seguían con armonía la cena, nosotros estábamos inmersos en buscar el placer olvidándonos del resto y dejándonos llevar, tus dedos fueron rozando mi ropa interior hasta encontrar la puerta de entrada hacia mi coño… solo con abrir un poco más las piernas ya estabas en contacto con el, sintiendo el fuego que desprendía tan capaz de derretir tus dedos, tu polla, tu lengua… todo lo que se le pusiera en su camino.
Abrí los ojos y… estaba húmeda, muy húmeda, me quede en la cama inmóvil e intentando reconstruir la escena… ha sido un recuerdo?? Un sueño?? Pero yo estaba tan húmeda ¡!!!

A flor de piel… llegaste a mí.

Algunas semanas después recibí una llamada de teléfono, entre risas y palabras picantes te presentaste, recordándome nuestros dos encuentros anteriores, intentando volver a vernos… ufff... de esta no me escapo pensaba mientras tu seguías con tu verborrea graciosa, no te prometí nada y te dije que lo pensaría, aunque no te conformaste con mi respuesta me diste una dirección y una hora por si me decía a ir.
Durante toda la mañana anduve de acá para allá, sin saber que decidir… un baño será lo mejor, pensé ¡!!
Una vez relajada en ese baño pensaría las cosas con más claridad y decisión, y así sumergida en esa nube de espuma empecé a recordar los dos primeros encuentros, sus dedos buscando cada pliegue de mi piel, sus besos furtivos, el roce de sus manos… y pensé a que podría saber su polla, sus huevos ¿? Ese pensamiento me vino a la mente. Y sus besos, que sabor tendrían sus besos??
Mis piernas se fueron juntando, el vapor del agua me llegaba hacia mi rostro, mi pelo estaba recogido hacia arriba en mi cabeza…   mi cuello, mi nuca sentían ese vapor que a la vez me estaba excitando… porque me ponía tan cachonda cada vez que pensaba en el ¿?
Pensar en lo poco que habíamos tenido y me ponía como una perra en celo ¡!
Así empecé a toquetear mis tetas hasta conseguir que mis pezones se endurecieran, sentí esa sensación tan rara y a la vez placentera que sin necesidad apenas de tocarte te excita, te excita tanto que llegas hasta correrte… me mantuve una hora dentro del agua sintiendo ese placer, decidiéndome a ir al encuentro.

A flor de piel… escribió su nombre.
Apenas quedaban unas horas para esa cita, seria fácil encontrar la ropa adecuada… mi ropa interior seria como siempre exquisita, en mi línea de un color pastel y suave a la vez que provocativa, que se transparentara a traves de mi blusa sin exagerar… el perfume sutil, penetrante y duradero, pero suave… demasiado perfume podría empalagar el momento.
Fui en taxi a ese encuentro y durante el trayecto pensaba en el momento, volví a sentirme excitada, era como un deseo que me rompía por dentro el querer encontrarme con el, pero a la vez no quería que el notara lo tanto que lo deseaba.
Como era de esperar el ya estaba allí… nos saludamos cortésmente con un beso y sin querer mi cuerpo se estremeció, cuando sus manos se acercaron a mis hombros y sus labios rozaron mis mejillas… me estremecí ¡!!
Tanto lo deseaba ¿?? Cuantas veces me he sentido así en nuestros escasos encuentros??
No he  sentido nada igual o parecido con ninguno de los chicos que he conocido, el ha conseguido que mojara mis braguitas solo con saber que estaba ahí ¡!!!
Si ya en mis sueños me hacia disfrutar, seria explosivo el contacto cuerpo a cuerpo.
Una copa, una charla, una sonrisa complaciente y decimos marcharnos, no muy lejos estaba alojado y decidimos ir a su hotel. Traspasamos el umbral y la puerta se cerró tras nosotros invitándome a pasar.
Como en mis sueños… la habitación bien perfumada, a las cortinas las hacia bailar el aire que con suavidad entraba, una botella de cava con sus dos copas… y el ¡!!
Se quito su chaqueta y yo deje caer mi bolso sobre una mesita… se acerco a mi, con esa dulzura con la que siempre me trato, sus manos se acercaron a mi cintura y la llevo hacia el, sentí su pelvis contra la mía mientras su boca se aproximaba a mi rostro, su mano subió por mi espalda alcanzando mi nuca y se quedo parada ahí, sus labios se entreabrieron mientras se juntaban con los míos y su lengua traspaso a mi boca como una taladradora, me apreté contra el mientras mordisqueaba sus labios y mis manos buscaban su cinturón.
Nerviosa, muy nerviosa pero sin perder el control encontré por donde desabrochar su pantalón, sacando su camisa,  despasando cada uno de esos botones mientras las yemas de mi dedos iban acariciando su torso y arrastrando esa camisa por sus hombros la deje caer al suelo sin preocuparme nada más.
Mis manos volvieron a su pantalón bajándolo hasta dejar al descubierto su boxer… y buscando la abertura introduje mis dedos para comprobar el calibre, groso y dureza de su polla, Umm exquisita, buen temple y buena consistencia, dura y erecta, alargue mis dedos y roce sus huevos, duros, duros como si estuvieran a rebosar de leche, sus pantalones seguían a media pierna bajados, seguí bajándoselos y lo mismo hice con sus boxer, dejando su cuerpo total mente desnudo.
En volandas me cojio y me llevo hasta su cama, se puso de pie frente a mí levanto mi falda hasta mi cintura, mis bragas quedaron a su vista, con dos de sus dedos las fue bajando por mis muslos, por mis rodillas hasta llegar a mis tobillos, donde las dejo caer al suelo (yo seguía con las medias puestas que estaban sujetas por un ligero a juego y los zapatos, pero al parecer eso no le preocupaba) abrió mis piernas y se metió entre ellas, quedando atrapado ahí, solo se inclino levemente, lo justo para poder alcanzar los botones de mi blusa y con lentitud los fue desabrochando mientras entonaba una canción, yo poco o nada podía hacer, me introduje en sus gestos y lo miraba sonriente mientras mi lengua  mojaba mis labios y mis dientes los mordisqueaban… apareció mi sujetador y lo desabrocho de un soplido… lo dejo caer al suelo al igual que hizo con mis braguitas, su mano se abrió y rastreo mis tetas, entreteniéndose en mis pezones que ya estaban muy erectos, acerco su boca a mi aureola y la chupo como si nunca hubiera saboreado algo igual… era su lengua la que paseaba por mis tetas, bajando hasta mi cintura y tropezando con mi falda.
Agarro mis piernas y me coloco boca-abajo, desabrocho la cremallera y arrastro esa falda sobre mis caderas hasta que me la quito, unas suaves caricias recaían sobre mis glúteos cada vez más fuertes pero complacientes… y no lo dude, me levante un poco y apoye mi cuerpo entre mis rodillas y mis brazos colocándome en esa posición de “perrita” que tanto gusta, le ofrecía mi ano para que disfrutara de el, algunos de sus dedos llegaron a mi boca hasta que los humedecí en abundancia, para que el se sirviera de eso y pudiera introducirlos en mis entrañas.
Así, así muy poco a poco sus dedos fueron excitando mi culo, así muy despacio y lentamente mientras mis dedos buscaban mi clítoris para rozarlo, acariciarlo, masajearlo y acompañar el placer que empezaba a sentir el ano…
Muy despacio le dije que fuera su polla quien le diera gusto al ano, pero no me oía y lo repetí de nuevo con voz más firme, entonces se paro y se apoyo sobre mi espalda hasta que su boca llego a mi oído y me dijo… suplícame que te folle el culo ¡!!
Suplícamelo, que te haga gozar perrita ¡!!
Mi excitación era desbordante e imagine que su excitación seria igual.
Mientras le suplicaba que me follara, me penetrara… escribió su nombre en mi espalda con sus dedos, como si en ese momento fuera de su posesión, si lo era, en esos momentos el era mi Amo y yo su esclava.
Note como su polla se acercaba a mi ano, sus dedos no dejaban de excitar mi culo y estaba listo para se introducido… un poco, un poco más, más y sentí como iba entrando dentro de mi, yo seguía acariciando mi coño y el gusto era compartido entre el clítoris y el ano, así no pares le gritaba, así, así.
Mi cara estaba apoyada en la almohada, mis tetas rozaban las sabanas y su polla entraba y salía de mi ano, una y otra vez mientras jadeábamos, yo no quería que parara, el no quería parar, y continuamos una y otra vez mientras me decía te gusta verdad?? A que te gusta mucho ¿? Quieres más polla??
Solo podía responde entre jadeos, sigue, sigue, sigue… y siguió, y siguió hasta que sus huevos se quedaron pegados a mi culo y solo escuchaba jadear con fuerza mientras entre susurros decía… me corro, me corro ¡!!!
Los poros de mi piel rezumaban placer, sensaciones, gusto… clímax.
Con suavidad su polla salió de mi coño y su torso cayo sobre mi espalda, me deje caer totalmente en la cama y el encima de mi… notaba su corazón palpitar con fuerza, note sus besos recorrer mis brazos y mi espalda.

A flor de piel…
Y amaneció, de nuevo la luz del día deshizo el encanto de la noche anterior, pero esta vez no era un sueño, el continuaba dormido al lado de mi, salí de la cama muy despacio, sin apenas hacer ruido y como una furtiva arrepentida y muy satisfecha  me vestí y salí de aquella habitación.
Sin despedirme, sin dejar una nota, sin mediar una palabra desaparecí.
Soñé con una noche envuelta en el placer y el goce… soñé, soñé, a flor de piel.


Dama.

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